
Desde la producción hasta la venta de un producto existe una distancia bastante considerable en el espacio y tiempo. Se necesita una buena planificación para poder controlar eficientemente todos los procesos dentro de la cadena de suministro, al menor costo posible y sin sacrificar la satisfacción al cliente. Si no satisfaces tu demanda de manera óptima, poniendo a disposición del cliente su producto, en el lugar, tiempo y cantidad correcta, las consecuencias pueden ser fatales, ya sea por perder dinero o, peor aún, perder al cliente. Aunque tengas un buen producto si no tienes una buena logística de distribución para ponerlo al alcance del cliente no sirve de nada. No solo se pierde el cliente, peor aún, se pierde la credibilidad en el mercado.
Desde la producción hasta la venta de un producto existe una distancia bastante considerable en el espacio y tiempo. Se necesita una buena planificación para poder controlar eficientemente todos los procesos dentro de la cadena de suministro, al menor costo posible y sin sacrificar la satisfacción al cliente. Si no satisfaces tu demanda de manera óptima, poniendo a disposición del cliente su producto, en el lugar, tiempo y cantidad correcta, las consecuencias pueden ser fatales, ya sea por perder dinero o, peor aún, perder al cliente. Aunque tengas un buen producto si no tienes una buena logística de distribución para ponerlo al alcance del cliente no sirve de nada. No solo se pierde el cliente, peor aún, se pierde la credibilidad en el mercado.
